- El Mecalia volvió a perder a domicilio en el partido de ida de semifinales de play-off por el título liguero este miércoles en Elche, aunque con sensaciones mucho mejores que hace dos semanas en Valladolid
- Las de Ana Seabra deberán remontar al menos cuatro goles el domingo en A Sangriña y mantener el marcador rival controlado para repetir la hazaña ante su afición y conseguir la plaza en la final
- El encuentro dejó grandes actuaciones de Cecilia Cacheda, con 4/4 aciertos de penalti y otro gol en juego, así como de África Sempere y Pauli Fernández, con cuatro tantos cada una
El Mecalia Atlético Guardés sigue sufriendo en el camino hacia el título liguero. Las de Ana Seabra cayeron este miércoles en casa del Atticgo BM Elche en el partido de ida de semifinales por una diferencia de cuatro goles que deberán remontar el domingo en A Sangriña para avanzar en la eliminatoria, a pesar de un partido de mucho mejor desempeño para las suyas que el de hace dos semanas en Valladolid. Tras una primera parte más igualada, en los minutos previos al descanso las locales consiguieron dar un salto en el marcador que las aupó durante la segunda mitad. Y aunque el Guardés resistió con uñas y dientes, no fue suficiente para frenar la crecida del anfitrión en el Esperanza Lag, que finalmente se cerró con una victoria por cuatro goles a su favor (26-22). Así, O Inferno deberá volver a ser un fortín este domingo, pues a las 12.00 horas recibirá el partido de vuelta que decidirá la plaza en la gran final de este lado de la tabla.
La encargada de abrir el marcador fue la capitana local María Flores, que encajó un acierto en la red de Míriam Sempere nada más iniciarse el tiempo de juego. El partido mostró un ritmo frenético ya desde los primeros instantes, con el Elche buscando jugar al contragolpe y hacer correr a las de Ana Seabra. Pero a pesar de unos compases iniciales de titubeo, el Guardés igualó la presión, y un acierto de Pauli Fernández desde los siete metros cerraba el primer parcial con las suyas por delante (2-3, min. 5).
El partido se mantuvo muy igualado en los minutos siguientes. La contienda enfrentaba a las dos mejores defensas de la categoría, y así lo estaban demostrando las barreras de ambas áreas, que limitaban el goteo de goles todo lo posible. Las guardametas de sendos equipos, Nicole Morales y Míriam Sempere, también hacían por limitar los cambios en el marcador. Aun en estas circunstancias, Pauli Fernández conseguía escabullirse y aupar el resultado del Mecalia, aunque el lanzamiento desde los 9 metros de varias jugadoras ilicitanas no se quedaba atrás (5-4, min. 10).
Y se llegó al ecuador de esta primera mitad con la misma situación de igualdad. Ambas líneas defensivas estaban en su mejor versión y la llegada de goles se redujo, con un nuevo parcial de 2-2 que no modificaba la situación en el luminoso (7-6, min. 15). Pese a este gran desempeño en la protección de la portería, el Guardés pecaba todavía de un desacierto en el lanzamiento a la puerta rival que lastraba sus posibilidades de controlar el resultado. Y aunque el Elche también acumulaba ya un número importante de tiros al palo, la efectividad desde los siete metros le permitía crecer un poco más en este punto.
Fue entonces cuando María Sancha pareció romper el bloqueo ante la red de una Morales imbatible y metió el gol del empate en el minuto 18 (7-7), dejando a las suyas con la oportunidad de ponerse por delante por segunda vez en todo el encuentro. Pero no fue así, ya que el conjunto anfitrión respondió con dos grandes aciertos que hacían desvanecerse el espejismo de contestación guardesa y obligaban a Ana Seabra a parar el tiempo a falta de diez minutos para el descanso.
La dinámica se mantuvo hasta el silbato que marcaba la salida a los vestuarios, con las de Joaquín Rocamora ligeramente por delante gracias a una Carmen Figueiredo titánica desde los 9 metros, así como a un gran trabajo de todo el conjunto en el juego ofensivo. Sin embargo, el Guardés tampoco dejaba que las locales se despegasen demasiado, y no permitió que la renta sobrepasase los dos goles en ningún momento. A pesar de un parcial de 3-2, algo peor para las gallegas esta vez, todo apuntaba a que la situación se mantendría estable de cara a la segunda mitad del encuentro.
Pero llegó Lisa Oppendal para detonar las expectativas y, en la última oportunidad del Mecalia para reducir la ventaja al mínimo, recuperó el esférico y pilló desprevenida a la línea ofensiva guardesa, desplegando un contragolpe que Paula Agulló consiguió transformar desde el extremo en el último segundo (14-11, min. 30). El Elche se fue así a los vestuarios ostentando la mayor diferencia de todo el encuentro, una situación que comenzaba a hacer saltar las alarmas entre las filas de Ana Seabra.
La lateral Carmen Figueiredo fue la encargada de abrir el marcador tras la reanudación, con un tanto incontestable de nuevo desde la línea de nueve metros. El Guardés pecó de hasta dos pérdidas en estos compases iniciales que las de Joaquín Rocamora supieron aprovechar, y apenas tres minutos después del reinicio la distancia entre ambos se situaba ya en unos peligrosos cinco goles (16-11, min. 33).
El equipo de A Sangriña debía frenar la crecida ilicitana y debía hacerlo ya. Un segundo acierto de Ceci Cacheda de penalti pareció dar algo de aire a las suyas, que comenzaban a remar, tratando de evitar por todo lo alto repetir la holgada derrota a domicilio en la ida de cuartos. Y a pesar de la gran actuación de la lalinense, que no faló en todo el partido desde los siete metros y que fue vital también con sus asistencias, el Guardés seguía cometiendo pequeñas imprecisiones que su rival aprovechaba consiguiendo hacerle mucho daño. La ventaja no se había reducido aún lo suficiente como para que las de Ana Seabra recuperasen sus opciones, y por ello la técnica paró el partido una segunda vez al borde del minuto 40 (18-14).
Y las suyas demostraron haber recibido el mensaje, pues inmediatamente después África Sempere y María Sancha coronaron dos jugadas perfectamente coordinadas que bogaban en la dirección remontada, reduciendo la ventaja a apenas dos tantos (18-16, min. 42). Pero no iba a ponerlo tan sencillo el Elche, que también subía a la superficie a coger aire de la mano de Kelly Rosa y Carmen Figueiredo, muy peligrosas desde bien atrás de la barrera defensiva. Así, al ecuador de esta primera parte el resultado era algo menos abultado, pero todavía nada satisfactorio para las guardesas (20-17, min. 45).
El ritmo era febril a estas alturas, con un Esperanza Lag convertido en un auténtico campo de batalla en el que se hacía notar la voz de hasta 50 aficionados de O Inferno y familiares desplazados. Y es que, aunque A Sangriña tendría la última palabra de nuevo, lo cierto es que el conjunto ilicitano estaba firmando un gran partido este miércoles, muy atento a todos los posibles errores de las gallegas y con una fiereza defensiva que le estaba haciendo grande en su casa. El resultado se mantenía en la misma tónica a falta de diez minutos para el final (22-19, min. 50), y justo cuando las de Ana Seabra parecían tener el juego algo más controlado, el Elche se aprovechó de dos graves errores visitantes y volvió a poner el marcador en una situación incontestable (24-19, min. 21).
El Guardés parecía algo superado por el ambiente en estos minutos finales, pues estaba empezando a sufrir pérdidas muy perjudiciales que amenazaban con dejar un marcador final muy poco apetecible. Había que poner calma y recuperar la concentración para cerrar el encuentro, al menos, con una diferencia asequible de cara al domingo.
Por suerte, Míriam Sempere apareció cuando se la necesitaba y paró ataques ilicitanos que podrían haber sido fatales, lo que, junto con imprecisiones ahora por parte del equipo local, permitió a las suyas volver a hacer control de daños en el luminoso (25-22, min. 26).
El último parcial fue de infarto, pues no cabía espacio para el error por ninguno de los dos bandos. Tras un tiempo muerto final solicitado por Joaquín Rocamora cuando su equipo ostentaba la posesión, el Mecalia ofreció una fuerte defensa que impidió a las locales seguir creciendo en el momento clave y logró recuperar el balón. Sin embargo, a la hora de la verdad a África Sempere se le escapó de las manos y el anfitrión volvió a verse beneficiado. Entonces, a pesar de una última barrera también muy reforzada, Kelly Rosa se alzó entre la línea ilicitana y pudo encajar un último gol en la red de Míriam Sempere que, aunque fue el único del Elche en estos cinco minutos finales, dejaba a las suyas con una peligrosa ventaja de cuatro de cara al partido de vuelta (26-22, final).
Al Guardés le tocaría volver a confiar en el poder de O Inferno, que cerrará la eliminatoria este domingo a las 12.00 horas con la esperanza de presenciar una nueva remontada de las suyas.
Atticgo Balonmano Elche (14+12): Marisol Carratú (p.), Paula Agulló (3), Lisa Oppedal (4), Patricia Méndez (1), Nicole Morales (p.), Clara Gasco (2), María Flores (1), Zaira Benítez, Udane Bernabé (p.), Esther Martín-Buró, Paola Bernabé (2), Vanessa Rubio (1), Kelly Rosa (7), Carmen Figueiredo (4) y Noelia Solla (1).
Mecalia Atlético Guardés (11+11): África Sempere (4), Jazmín Mendoza, Blazka Hauptman, Cecilia Cacheda (5), María Palomo, Pauli Fernández (4), Míriam Sempere (p.), Cristina Cifuentes (1), Elena Amores (1), Carme Castro (2), María Sancha (3), Estela Carrera (p.), Ania Ramos (1) e Itziar Martínez (1).
Marcador cada cinco minutos: 3-3, 5-4, 7-6, 7-7, 10-9, 14-11, 17-12, 18-14, 20-17, 23-19, 25-21, 26-22.
Árbitros: Miguel Martín y Jesús Álvarez. Amonestaron con tarjeta amarilla a los locales Paola Bernabé y Joaquín Rocamora (entrenador) y excluyeron con dos minutos a las locales Paula Agulló (2), Noelia Solla y Clara Gasco y a las visitantes Itziar Martínez, María Palomo y Cecilia Cacheda.
Incidencias: Partido de ida de semifinales del play-off por el título de la Liga Guerreras Iberdrola 2024/2025, celebrado en el pabellón polideportivo Esperanza Lag (Elche).