- El Mecalia vuelve a sumar dos puntos y se crece en casa ante Elche en el evento dedicado a la campaña contra la violencia de género de la Xunta de Galicia
- Tras una primera parte muy igualada, el Guardés dominó el partido a la vuelta del descanso, aunque llegó a confiarse en exceso y hacer peligrar su ventaja hacia el final
- María Sancha volvió a las pistas en un encuentro en que destacaron especialmente Elena Amores, Míriam Sempere y María Palomo
- Los contragolpes y la superioridad numérica fueron clave para la victoria
El Mecalia Atlético Guardés vuelve a la senda de la victoria. A Sangriña vivió este martes un apretado encuentro contra Atticgo BM Elche en la novena jornada de la Liga Guerreras Iberdrola, dedicada a la campaña NON contra la violencia de género de la Xunta de Galicia. Las de Ana Seabra contuvieron a un duro rival que marcó el ritmo durante la primera parte, supieron crecerse y dominar con confianza a la vuelta del descanso e incluso llegaron a hacerlo en exceso por momentos, peligrando la ventaja conseguida hacia los últimos compases del encuentro. Con todo, los errores de las ilicitanas pesaron y el Guardés supo aprovecharse de ellos para cerrar la sexta victoria de la temporada (a falta de un partido aplazado) y mantenerse en la lucha por lo alto de la tabla, afianzando un segundo puesto que sigue muy de cerca al actual líder invicto, Costa del Sol Málaga.
El partido comenzó con un ritmo muy rápido por parte de ambos equipos. La alta tensión hizo que el marcador no se inaugurase hasta pasado el primer minuto y medio de juego, con un cañonazo a cargo de Kelly de Abreu que ofrecía a las de Elche la primera ventaja del encuentro. El Guardés no respondió hasta el minuto 4, con un acierto de Pali Fernández desde los siete metros (1-1).
Los dos conjuntos se mostraban muy igualados en estos primeros minutos, creciendo cada uno como podía a partir de contragolpes y huecos defensivos en sendas filas. Elena Amores destacó especialmente en este comienzo, marcando tres de los cuatro goles locales acumulados hasta el minuto 8 y consiguiendo, además, poner al Mecalia por delante en el marcador por primera vez en todo el encuentro (4-3).
Las de Ana Seabra estaban atentas, tratando de aprovechar cada oportunidad en la que rascar tantos para crecer poco a poco en el marcador, pero viéndose bastante frenadas por la maestría de Marisol Carratú en la meta ilicitana. Un Elche que también conseguía penetrar en cada hueco defensivo a su favor también impedía a las locales crear más ventaja en el resultado, de manera que la dinámica se mantenía al marcar la mitad de la primera parte (6-6, min. 15).
La contienda parecía instalada en el territorio del empate, con un nivel muy igualado en ambos conjuntos, aunque con las visitantes marcando el ritmo y obligando al Guardés a ir continuamente a por el gol de las tablas. A partir del minuto 20 amenazaban las alicantinas con crecerse un poco más, llegando a conseguir superar la ventaja mínima en varias ocasiones, si bien el Mecalia supo reaccionar a tiempo, igualar la energía de su rival y demostrar su intención de mantener el resultado controlado.
Así lo demostró el gol de África Sempere que significaba un nuevo empate poco antes del minuto 24 (10-10), que dejaba la tensión del encuentro por las nubes para estos últimos momentos antes del descanso y, más importante, mantenía abiertas todas las puertas para las anfitrionas. De hecho, el Guardés lideró el ritmo de estos últimos minutos, con un juego rápido y atento compuesto por una defensa fuerte y un ataque determinado. El esfuerzo dio sus frutos, y un último parcial de 3-0 permitió a las anfitrionas irse al descanso dos goles por encima (14-12, min. 30).
La misma electricidad se palpaba nada más comenzar la segunda parte, con ambos equipos enseñando los dientes a cada maniobra rival. La igualdad se tradujo de nuevo en una sequía de goles, sin llegar el primer tanto hasta pasados los primeros cuatro minutos desde el descanso. Este fue a cargo de una Ceci Cacheda desde los siete metros, poco después seguida por un acierto de María Palomo, permitiendo ambas que su equipo obtuviese la mayor ventaja de todo el encuentro hasta entonces (16-12, min. 35).
Y aunque el Elche se defendía por momentos, las de Ana Seabra estaban capitalizando la ventaja obtenida en los compases finales de la primera parte. Mientras la línea ofensiva sacaba músculo y se crecía, Míriam Sempere defendía con uñas y dientes la portería, acumulando hasta 12 paradas a lo largo de todo el encuentro. El Guardés jugaba ahora con la confianza de dominar el partido, mientras las de Joaquín Rocamora sufrían el peso de algunas exclusiones y pecaban de un ataque indeciso por momentos (19-13, min. 42).
Sin embargo, también las visitantes sabían reaccionar y un parcial de 0-3 a su favor hizo saltar las alarmas en A Sangriña (19-16, min. 48), obligando a la técnica rojiblanca a solicitar el tiempo muerto. Tras quedarse a las puertas de sumar ante el Bera Bera en el último partido, en el Guardés no se quería correr ningún riesgo, y se sabía que el Elche no era un equipo para confiarse. De hecho, para el último tercio de esta segunda mitad, las alicantinas habían conseguido reducir peligrosamente la ventaja local en el luminoso (20-18, min. 51).
El Mecalia se excedió en su seguridad y cometió varios errores importantes en estos compases finales. Las pérdidas de balón y una defensa más desenfadada hicieron sufrir a las locales, convirtiendo la superioridad que podía apuntar a una victoria despejada en una ajustada distancia que, de nuevo, demostraba que quedaba todo por hacer (21-20, min. 55).
Pese a todo, los esfuerzos del Elche no eran suficientes. La fortuna estaba del lado de A Sangriña, y varios desaciertos en el lanzamiento de las de Joaquín Rocamora, sumadas a una última pérdida de balón que fue aprovechada por Pali Fernández y capitalizada por Ania Ramos, permitieron al Guardés sumar un último parcial 2-0 que lo devolvió al camino de la victoria y le permitió quitarse el mal sabor de boca de su anterior partido en casa (23-20, final). Aun con cuestiones que corregir, especialmente ese exceso de confianza durante la segunda parte, el Mecalia demostró una semana más su merecida posición en la tabla y su capacidad para luchar por los primeros puestos, incluso frente a rivales de gran talla.
Mecalia Atlético Guardés (14+9): África Sempere (2), Jazmín Mendoza (2), Blazka Hauptman, Cecilia Cacheda (4), María Palomo (3), Pali Fernández (2), Míriam Sempere (p.), Cristina Cifuentes, Carme Castro, Elena Amores (4), María Sancha, Estela Carrera (p.), Ania Ramos (4), Itziar Martínez (2) y Yanet Rodríguez (p.).
Atticgo BM Elche (12+8): Marisol Carratú (p.), Paula Agulló, Lisa Oppedal (1), María Carrillo (1), Daniela Aguado, Nicole Morales (p.), Clara Gasco (3), María Flores, Zaira Benítez (2), Esther Martín-Buro (4), Carmen Prelchi (2), Paola Bernabé, Vanessa Rubio, Kelly de Abreu (3), Carmen Figueiredo (4) y Noelia Solla.
Marcador cada cinco minutos: 2-2, 4-4, 6-6, 7-9, 10-10, 14-12, 16-12, 17-13, 19-14, 20-17, 21-20, 23-20.
Árbitros: Jordi Pinilla y Eric Deiros. Amonestaron con tarjeta amarilla a la local María Palomo y a la visitante Vanessa Rubio y excluyeron con dos minutos a las locales María Palomo y Elena Amores y a las visitantes María Flores, Esther Martín-Buro, Vanessa Rubio y Noelia Solla.
Incidencias: Partido de novena jornada de la Liga Guerreras Iberdrola, disputado en el pabellón de A Sangriña (A Guarda). Dedicado a la campaña NON contra la violencia de género de Deporte Galego (Xunta de Galicia).