- La jugadora internacional de balonmano Naiara Egozkue anuncia su retirada a los 35 años
- Egozkue: “Mi cuerpo lleva un tiempo pidiéndome descanso”
La muñeca de Naiara Egozkue tendrá su última función este sábado. A Sangriña será el escenario de la última actuación de la internacional navarra tras anunciar su retirada del balonmano profesional a los 35 años este mediodía en el que ha sido ‘su’ pabellón durante cuatro años no consecutivos. Arropada por sus compañeras y amigas del equipo, cuerpo técnico y representantes de la junta directiva y de la dirección técnica del club, la extremo confesó agradecida y con emoción contenida casi hasta el final que “15 años de entrenamientos, partidos y competiciones, de viajes y horas de bus, de lágrimas de alegría y de tristeza” se cierran para dejar paso a una nueva etapa en su vida.
Egozkue saboreó la gloria deportiva en el desaparecido Itxako. En el equipo de su tierra, al que llegó con 20 años, vio cómo su palmarés deportivo se fue engrosando con ocho prolíficas temporadas: cuatro Ligas, tres Copas de la Reina, tres Supercopas, una Copa EHF y un subcampeonato en la Champions League. Éxitos que no habrían llegado a su vida sin su hermano: “Me gustaría empezar dándole las gracias a mi hermano”, arrancó Egozkue, “él fue quien me propuso empezar a jugar cuando tenía 10 años y a quien he admirado desde entonces”, reconoció. La extremo también tuvo palabras de cariño para sus padres, a quienes señaló junto con su hermano como sus “tres grandes apoyos en esta andadura”.
Ahora, con 35 años, el cuerpo ya le pide descanso tras unas temporadas dando la lata demás y con esfuerzo extra para seguir rindiendo al máximo nivel. La ambición llevó a la navarra a cruzar fronteras y aventurarse dos años en el TSV04 Bayer Leverkusen. Durante este periodo, llegó su mayor éxito en competición continental con la Selección Española: la medalla de plata en el Europeo de Croacia y Hungría en 2014. El verano de esa temporada recalaría en el Mecalia Atl. Guardés y, aunque se “escapó” un año al Balonmano Zuazo (2016/2017) regresó a A Guarda para vivir dos nuevas temporadas. Por el medio, un diploma olímpico en los Juegos de Río 2016. Casi nada.
No pudo saborear el título de Liga de ‘su’ Guardés, pero Egozkue ha vivido en A Sangriña tardes de gloria. El equipo ha ido rompiendo su techo en la Liga -subcampeonato la pasada campaña-, pudo jugar una Supercopa en Vigo, varias fases finales de la Copa de la Reina, compartir el debut en la fase previa de la Liga de Campeones y ver cómo esta temporada ella y sus compañeras alcanzaron la tercera ronda de la EHF Cup.
La extremo izquierdo tuvo presentes en su discurso a todas las personas que se ha ido encontrando en su carrera deportiva y que le han acompañado en su camino. “Gracias a todas mis compañeras, mi otra gran familia”, apuntó esbozando una sonrisa. “Mis compañeras de Itxako, de Bayer, de Zuazo, a mis compañeras de selección y por supuesto del Guardés”, enumeró Egozkue. La dorsal número 5 del Mecalia también agradeció “a todos los entrenadores, directivas, cuerpos técnicos, fisios y médicos” su trabajo y enseñanzas. En un intento de no olvidarse de nadie en su despedida también dedicó unas palabras a las aficiones y personas que ha ido conociendo en Estella, Lverkusen, Barakaldo y A Guarda.
La animosa y calurosa afición guardesa todavía podrá aplaudir a Egozkue por última vez en la pista este sábado, en el partido que cerrará la temporada 2018/2019 en A Sangriña contra el Elche Mustang (19 horas). Seguro que en su interior, la extremo desea despedirse con una victoria, pero la experiencia le ha enseñado a valorar otras cosas: “Creo que al final los deportistas nos damos cuenta de que debemos valorar más otras cosas”, apuntó, “las experiencias compartidas, las celebraciones en equipo, las frustraciones superadas en grupo, los raticos en los viajes, las amistades, el cariño de la gente…”, enumeró. Y en ese aspecto se siente “una campeona”.
Además, el presidente de la entidad, José Manuel Silva, trasladó a la extremo una invitación para que asista a la presentación de la plantilla 2019/2020 que cada verano se celebra en agosto para que la afición y el club pueda rendirle otro homenaje. Egozkue recogió la propuesta y respondió agradecida que si la “agenda” se lo permite vendrá encantada.