- El Mecalia volvió a ganar al Elche para sellar la clasificación para la primera final continental del balonmano gallego
- Un partido sensacional de todo el equipo certificó la hazaña
- A Sangriña, llena hasta la bandera, vivió una tarde mágica
- Es la segunda final en un año para el equipo miñoto, que se medirá al Antalya turco o al Iuventa eslovaco en la batalla por el título
El Mecalia Atlético Guardés escribió otra página en los libros de historia al conquistar la primera clasificación para una final continental del balonmano gallego. El conjunto miñoto jugó en un encuentro extraordinario para volver a derrotar al Elche en el encuentro de vuelta, jugado en una Sangriña explosiva, que registró un lleno absoluto.
El partido empezó con mucha tensión. Los nervios se dejaban notar sobre la pista, al tiempo que la grada rugía en una Sangriña completamente llena. En ese escenario, la velocidad de deslizamiento de Cris Cifuentes marcó las primeras diferencias. La pivote pucelana anotó tres goles y provocó una falta en ataque que ayudó a sus compañeras a tomar leves distancias.
Pero el Elche no se rindió. Pese a fallar dos penaltis, con Míriam Sempere parando uno desde el banquillo, y estrellarse contra Carratú -titular ayer- en varias ocasiones, la escuadra visitante percutió para equilibrar las fuerzas en medio de un mar de exclusiones. Un nuevo acelerón del Guardés, amparado en la destreza de Dani Moreno, le permitió adquirir una renta de dos goles que, finalmente, se quedó en uno al descanso debido al gol sobre la bocina de Van Zijl.
A la vuelta del vestuario, el Elche apretó. Pero la defensa 6:0 local seguía siendo férrea. Inabordable. Y cuando era superada, Carratú producía. La capitana del Guardés firmó un fantástico encuentro.
Con los guarismos moviéndose poco a poco, la sensación era que un arreón podía desequilibrar definitivamente el encuentro para uno u otro sentido. Y así ocurrió. La electricidad de Pauli Fernández apareció al mismo tiempo que el cansancio. La paraguaya encontró las fisuras en el bloque ilicitano para anotar goles fundamentales. El Elche intentó recortar atacando con siete, pero en una de estas acciones, Fanny Descalzo robó un balón y marcó de área a área aprovechando la portería vacía.
Cuando el Mecalia obtuvo rentas de en torno a los tres goles, la fiesta se desató por completo. El bocinazo final selló la victoria y otra página más en los libros de historia. El Guardés jugará la primera final europea del balonmano gallego. Será a doble partido, los días 29 de abril y 6 de mayo. Y su rival saldrá de la semifinal que mañana domingo dirimirán el Antalya turco y el Iuventa eslovaco en tierras centroeuropeas. Las otomanas parten con siete goles de ventaja del encuentro de ida.
Mecalia Atlético Guardés-AtticGo Elche (22-18, 45-40 en el global)
Mecalia Atlético Guardés (11+11):
Marisol Carratú (p.); África Sempere, Sandra Santiago (3), Nazaret Calzado (2), Giselle Menéndez, Carolina Silva, Pauli Fernández (6), Míriam Sempere (p.), Cris Cifuentes (4), Celia López, Elena Amores (2), Carla Gómez, María Sancha (2), y Daniela Moreno (2).
AtticGo Elche (10+8):
Nicole Morales (p.); Zhukova, Van Zijl (4), Oppedal, Celia Guilabert (1), Patri Méndez, Nuria Andreu, Pamela Rodrigues (p.), Clara Gascó, María Flores, Zaira Benítez (2), Elena Martínez, Pipy Wolfs, Paola Bernabé (5), Alexandra do Nascimento (6) y Raquel Moré.
Marcador cada cinco minutos:
2-1, 4-2, 5-4, 6-5, 8-8, 11-10 (descanso); 13-12, 15-13, 15-14, 17-15, 19-16, 22-18 (final).
Árbitras:
Gianna Stella Merisi y Andrea Pepe (Italia). Excluyeron con dos minutos a las locales carla Gómez (2), Estefanía Descalzo, Cris Cifuentes y Äfrica Sempere y a las visitantes María Flores (2), Zhukova, Patricia méndez, Pipy Wolfs y Do Nascimento.
Incidencias:
Partido de vuelta de las semifinales de la Copa Europea, disputado en el Pabellón de A Sangriña.