La entrenadora portuguesa del Guardés reconoce las mariposas en el estómago que siente a pocas horas de la vuelta de las semifinales de Copa Europea. “Sentimos responsabilidad. También ambición por conseguir algo tan importante, no solo para el club, sino también para el pueblo. Es una gran oportunidad”, subraya Ana Seabra.
“Espero un partido especial. La estrategia y la efectividad de los dos equipos en todas las fases del partido van a ser determinantes. Quien esté más consistente va a ganar. Eso seguro”, augura la entrenadora del Guardés. “Somos conscientes de que un gol no es nada, pero claro que es mejor que traer una desventaja. Ya sabemos que en balonmano se pueden pagar caros los errores. Así que hay que entrar al partido como si la eliminatoria estuviera 0-0 y fuese una auténtica final”, añade.
Por último, Seabra realza el factor diferencial que puede suponer jugar en un pabellón lleno. “Para nosotros es muy importante poder contar con nuestros aficionados. Creemos que A Sangriña va a estar llena y creo que es un plus muy importante para estas deportistas, que se van a dejar todo por darles una alegría”, concluye.